Sistema Osteomuscular

 FUNCIÓN

El sistema osteomuscular tiene como función principal proporcionar soporte, movimiento y protección al cuerpo. Está compuesto por los huesos, que forman el esqueleto y proporcionan estructura y soporte; los músculos, que permiten el movimiento del cuerpo y de las extremidades al contraerse y relajarse; y las articulaciones, que permiten el movimiento entre los huesos. Además, el sistema osteomuscular protege órganos vitales como el cerebro y el corazón, almacena minerales como el calcio y produce células sanguíneas en la médula ósea. En conjunto, permite la locomoción, la estabilidad postural y el funcionamiento adecuado del cuerpo.

PARTES DEL SISTEMA

1. Huesos:
   Los huesos forman el esqueleto y son la base estructural del cuerpo. Están compuestos por tejido óseo y cumplen varias funciones importantes, como proporcionar soporte, proteger órganos internos (como el cerebro, el corazón y los pulmones) y almacenar minerales como el calcio. Además, en la médula ósea de algunos huesos se producen las células sanguíneas.

2. Músculos:
   Los músculos son tejidos blandos que permiten el movimiento del cuerpo al contraerse y relajarse. Se dividen en tres tipos principales:

   • Músculos esqueléticos: Son los que controlan el movimiento voluntario y están adheridos a los huesos por medio de tendones.
   • Músculos lisos: Se encuentran en las paredes de los órganos internos, como el estómago y los vasos sanguíneos, y permiten movimientos involuntarios.
   • Músculos cardíacos: Son exclusivos del corazón y permiten su contracción para bombear sangre a todo el cuerpo.

3. Articulaciones:
   Las articulaciones son los puntos donde dos o más huesos se encuentran. Permiten el movimiento de los huesos entre sí y se clasifican según su estructura y el tipo de movimiento que permiten:

   • Articulaciones móviles (como las de los brazos y las piernas): Permiten un rango de movimiento amplio.
   • Articulaciones semimóviles (como las de la columna vertebral): Permiten un movimiento limitado.
   • Articulaciones fijas (como las suturas del cráneo): No permiten movimiento.

Además de estas tres partes principales, el sistema osteomuscular también incluye ligamentos (que unen los huesos entre sí), tendones (que conectan los músculos con los huesos) y bursas (sacos llenos de líquido que reducen la fricción en las articulaciones).

PRINCIPALES DIAGNÓSTICOS 

Osteoartritis:Es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que provoca el desgaste del cartílago que cubre las superficies articulares. Los síntomas incluyen dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de movimiento, especialmente en las rodillas, caderas y manos.

Artritis reumatoide:Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las articulaciones, especialmente las pequeñas, causando inflamación, dolor y daño en las articulaciones. Puede afectar principalmente las manos, muñecas, codos y pies.

Fracturas óseas:Son roturas o fisuras en los huesos causadas por trauma o estrés excesivo. Los síntomas incluyen dolor intenso, hinchazón, deformidad y dificultad para mover la parte afectada. Pueden variar desde fracturas simples hasta fracturas complejas con desplazamiento.

Osteoporosis:Es una enfermedad caracterizada por la disminución de la densidad ósea, lo que hace que los huesos sean más frágiles y propensos a fracturas. A menudo no presenta síntomas hasta que ocurre una fractura, especialmente en la cadera, muñeca o columna vertebral.

Tendinitis:Es la inflamación de un tendón, generalmente causada por sobreuso o esfuerzo excesivo. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y dificultad para mover la parte afectada, comúnmente en los hombros, codos, muñecas y rodillas.

Esguince:Es una lesión en los ligamentos que conectan los huesos entre sí, generalmente causada por un estiramiento o desgarro debido a un movimiento brusco o caídas. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, moretones y dificultad para mover la articulación afectada.

Bursitis:Es la inflamación de las bolsas llenas de líquido (bursas) que amortiguan las articulaciones. Se produce debido al uso excesivo o la presión prolongada sobre una articulación. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y dificultad para mover la articulación.

Hernia discal:Es una afección en la que el disco intervertebral de la columna vertebral se desplaza o se rompe, presionando las raíces nerviosas cercanas. Los síntomas incluyen dolor lumbar, ciática (dolor que irradia hacia las piernas) y debilidad en las extremidades.

Fibromialgia:Es un trastorno que causa dolor musculoesquelético generalizado, fatiga y puntos sensibles en todo el cuerpo. La causa exacta es desconocida, pero puede estar relacionada con factores genéticos, infecciones o trauma físico o emocional.

Espondilitis anquilosante:Es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas. Con el tiempo, puede causar la fusión de las vértebras, lo que limita la movilidad. Los síntomas incluyen dolor en la parte baja de la espalda, rigidez matutina y fatiga.

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